Hacer frente a la depresión desde la visión de la BioMedicina
22 marzo 2022
A menudo los estados depresivos son consecuencia de una baja producción de serotonina o de dopamina, dos
importantes neurotransmisores.
Pero,
¿Cómo podemos saber si nuestro cerebro tiene los niveles adecuados? ¿O qué sustancias naturales nos pueden ayudar en caso de depresión?
En este artículo te damos las respuestas que están en nuestro conocimiento para que encuentres el tratamiento más adecuado para tu caso en concreto.
Te dejamos aquí una completa guía con los mejores antidepresivos naturales, que va a poder conocer a partir de esta página.
Y unas palabras que nos ayudarán en nuestro Hurge Surfing para surfear las emociones provocadas por la situación de incertidumbre que vivimos abordada desde la visión de la Medicina Tradicional China (MTC), una disciplina capaz de devolvernos la serenidad y el bienestar en momentos tan difíciles.
El origen de la depresión.
La depresión tiene un origen multicausal; es decir, que puede desencadenarse por múltiples factores. Por
ejemplo, debido a experiencias vitales traumáticas, pero también a consecuencia de una infección crónica.
De hecho, en muchísimos casos la causa es puramente biológica y responde a alteraciones que sufren algunos neurotransmisores (mensajeros químicos del cerebro cuya influencia sobre el estado de ánimo es
enorme).
Para hacer frente a la depresión, desde la Biomedicina o la medicina natural nos interesa saber si en tu caso en particular la caída en el estado de ánimo se debe a un desequilibrio bioquímico y cómo puedes corregirlo. Qué micronutrientes esenciales pueden ayudarte a actuar de manera eficaz sobre diversos trastornos neuronales. ¡Y por supuesto sin efectos secundarios!
¿Qué ocurre dentro de nuestro cerebro?
En el cerebro las neuronas se organizan en redes neuronales a través de las cuales circula la información. Para que esa circulación sea efectiva es necesaria la presencia de neurotransmisores. Mensajeros químicos que también
son responsables de producir todo tipo de respuestas psicoemocionales: emociones, pensamientos, comportamientos, cambios de humor…
Los neurotransmisores más implicados en la depresión son la serotonina, la dopamina y la noradrenalina.
Cuando baja el nivel de alguno de ellos, rápidamente aparecen ciertos síntomas y se es más vulnerable a
caer en estados depresivos.
- Serotonina. Es un neurotransmisor relacionado con la sensación de satisfacción y plenitud y actúa como “freno” del sistema nervioso en tanto que contribuye a equilibrar el estado de ánimo (ojo: también es necesario para controlar el sueño, el apetito e incluso el dolor). Un nivel bajo de serotonina se traduce en irritabilidad, impulsividad e incluso agresividad, pudiendo llegar a darse tendencias suicidas en las situaciones más extremas.
- Dopamina. Asociada al placer y al deseo, en este caso hablamos del principal motor del cerebro, que impulsa a la acción además de jugar un papel clave en la motivación. Si su nivel es insuficiente se experimenta falta de energía y una menor movilidad en general.
- Noradrenalina. Fundamental para el bienestar, se trata del “acelerador” que nos permite pasar a la acción, una vez la dopamina ha encendido la “chispa de arranque” inicial. De ahí que un menor nivel conlleve un retraimiento, un tiempo de reacción más lento e, incluso, cierta disminución de la libido.
Emo·nutrición, ¿Cómo desde el estómago puedo regular mis estados emocionales?
Para hacer frente a la depresión de manera natural, lo primero es adoptar una alimentación saludable, nuestra recomendación, es planificar el menú semanal basándote en el PLATO SALUDABLE DE KōAN, que son las proporciones que recomienda en la escuela superior de nutrición de Harvard.
Éste incluye verduras, una porción de proteína, granos enteros y/o tubérculos y, por último, una grasa saludable como, por ejemplo, aceite de oliva virgen extra, la dieta mediterránea, es ideal y podemos tomarla de ejemplo para una dieta antiinflamatoria. Y es que se ha confirmado que un nivel bajo de neurotransmisores es señal de que el cerebro está sometido a una inflamación crónica, lo cual también conlleva una mayor presencia de compuestos neurotóxicos(1).
De echo, diversos estudios han señalado que las personas con depresión tienen hasta un 30% más de marcadores inflamatorios en el cerebro(2).
Pero lo más importante es que a la hora de hacer frente a los estados depresivos, ansiedad, cambios de humor, estrés crónico… hay que vigilar muy de cerca los intestinos, ya que ambos sistemas están conectados por el conocido como “eje intestino-cerebro”.
Todo ello está controlado por el sistema nervioso entérico, la parte del sistema nervioso situada en el tubo digestivo y que, entre otras funciones, se encarga de controlar el aparato digestivo y la sensación de hambre (para tu info… 200 millones de neuronas recubren las paredes del intestino). Pues bien, en ese sistema también se segregan serotonina y dopamina, además de GABA (siglas de ácido gamma aminobutírico), otro neurotransmisor crucial para el descanso(3).
Esa estrecha relación entre ambos sistemas, digestivo y nervioso, es la razón por la que la disbiosis (es decir, un desequilibrio de la microbiota intestinal que da lugar a la permeabilidad intestinal y al paso de sustancias
nocivas al organismo) se vincula directamente con la inflamación crónica. Y, asimismo, el motivo por el que
una menor producción de GABA y, más importante aún, de serotonina –se estima que el 90% de esa pérdida
ocurre en el estómago- repercute en el estado de ánimo y puede conllevar depresión(4).
Nuestro colaborador, Michaël Hontelé estudia la calidad de la sangre y del sistema linfático a través de sus varias herramientas tecnológicas, cómo el microscópio de campo oscuro o el medidor de la coherencia cardíaca o de impedancia de la membrana celular, con estos 3 análisis que realiza en la misma sesión, puede determinar el estado de nuestro organismo y según cada caso, estipular el protocolo de equilibrio que sea necesario para cada persona, basado en la alimentación.
En general para todo tipo de desequilibrios resulta clave prescindir de los azúcares y de los cereales refinados, así como del gluten y los productos lácteos (especialmente si se es sensible a ambos), ya que favorecen la permeabilidad intestinal. Y por el contrario resulta beneficiosa una dieta rica en antioxidantes que ayuden a hacer frente a los síntomas depresivos(5).
La dopamina y la noradrenalina se sintetizan a partir de tirosina y fenilalanina, dos aminoácidos muy presentes en las proteínas.
En el siguiente artículo te damos toda la información de micronutrientes y adaptógenos para estimular de forma
natural la dopamina y/o la noradrenalina, así cómo recetas y biohacks para la depresión.
Hemeroteca: 1. Wang AK, Miller BJ.: “Meta-Analysis of Cerebrospinal Fluid Cytokine and Tryptophan Catabolite Alterations in Psychiatric Patients: Comparisons Between Schizophrenia, Bipolar Disorder, and Depression”. Schizophr Bull. 2017. 2. Setiawan, Attwells, et al.: “Association of Translocator Protein Total Distribution Volume with Duration of Untreated Major Depressive Disorder”. The Lancet. 2018. 3. Strandwitz P: “Neurotransmitter Modulation by the Gut Microbiota”. Brain Res. 2018. 4. Galland L: “The Gut Microbiome and the Brain”. J Med Food. 2014. 5. Evrensel A, Emin Ceylan M: “The Gut-Brain Axis: The Missing Link in Depression”. Clin Psychopharmacol Neurosci. 2015 6. Firth J, Marx W, Dash S et al.: “The Effects of Dietary Improvement on Symptoms of Depression and Anxiety”. Psychosomatic Medicine, 2019